En un mundo cada vez más digital, la tecnología puede llegar a controlar nuestra vida sin que lo notemos. Este artículo narra mi proceso de desintoxicación digital, un viaje de reflexión y acción para recuperar el control sobre mi tiempo, mi privacidad y mi bienestar. A través de estrategias como la reducción del uso del teléfono, la limitación de notificaciones y períodos de desconexión total, descubrí los beneficios de la libertad digital: mayor concentración, tranquilidad mental y una verdadera independencia de las distracciones tecnológicas.