La privacidad personal está en peligro en un mundo digital donde los modelos de negocio se basan en la recolección y explotación de datos. A través de la experiencia personal del autor, se muestra cómo las empresas y otras entidades tienen acceso constante a nuestra información, desde nuestras preferencias hasta nuestra ubicación, sin que seamos completamente conscientes de ello. El texto cuestiona quién se beneficia de nuestros datos, destacando que, además de las corporaciones, gobiernos e instituciones también tienen interés en nuestra información. La reflexión final plantea si es posible mantener una vida digital privada y resalta la importancia de ser conscientes del impacto que la recolección de datos tiene sobre nuestra libertad y autonomía.